martes, 29 de junio de 2010

El Cantor Nacional - Magaldi, Corsini y Gardel


Este disco pretende ofrecer una breve muestra de lo que históricamente se conoce como la tríada fundante del Tango cantado: Carlos Gardel (1890-1935), Agustín Magaldi (1898-1938) e Ignacio Corsini (1891-1967). Lo que los vincula, además, es ser arquetipos del cantor nacional.

Los cantores nacionales contaban en su repertorio con canciones del Folklore sureño, la música de la inmensa pampa de la provincia de Buenos Aires. Comenzaron cantando cifras, estilos, milongas y zambas, para luego volcarse paulatinamente al Tango, primero al ‘milongueado’ de letras picarescas y por lo general anónimas, para abordar por último el Tango-Canción, que es el que todos conocemos. El canto sureño es de temperamento melancólico, y esto probablemente se deba a que el gaucho vivía en grandes extensiones de tierra sin límites. Ese ambiente de profunda soledad, y ese habitar la inmensa llanura, influyeron notablemente en el Tango y la manera de cantarlo. Cabe destacar aquí el parentesco del cantor nacional con el payador, tanto por la temática de su repertorio como por su interpretación.

La idea de este disco es obtener un panorama (que, aunque acotado, suficiente) de lo que fueron estos tres grandes intérpretes de la música popular. Para eso, hemos elegido tangos que estuvieran repetidos en sus repertorios, no para establecer una comparación basada en cualidades técnicas, sino interpretativas. Una comparación que, creemos, no debe arrojar signos positivos o negativos de un cantor a favor del otro, sino que debe mostrar una de las características más extraordinarias del Tango: su condición de
música de intérprete. Así, queda manifiesta nuestra opinión de que lo maravilloso del Tango reside en percibir cómo cada intérprete entiende la letra de una manera diferente que otro, y cómo esto se materializa en una forma distinta de cantar ese mismo texto.

01 - Adiós Muchachos - Agustín Magaldi con Guitarras – 1927
02 - La Muchacha Del Circo - Agustín Magaldi con Guitarras – 1928
03 - Te Odio - Agustín Magaldi con Guitarras – 1929
04 - Acquaforte - Agustín Magaldi con Guitarras – 1932
05 - Adiós Muchachos - Ignacio Corsini con Guitarras – 1928
06 - La Muchacha Del Circo - Ignacio Corsini con Guitarras – 1928
07 - Alma En Pena - Ignacio Corsini con Guitarras – 1928
08 - De Todo Te Olvidas - Ignacio Corsini con Guitarras – 1929
09 - Adiós Muchachos - Carlos Gardel con Guitarras – 1928
10 - La Muchacha Del Circo - Carlos Gardel con Guitarras – 1928
11 - Te Odio - Carlos Gardel con Guitarras – 1929
12 - Alma En Pena - Carlos Gardel con Guitarras – 1928
13 - De Todo Te Olvidas - Carlos Gardel con Guitarras – 1929
14 - Acquaforte - Carlos Gardel con Guitarras – 1933


Descargar Disco

Fuentes:
García Blaya, Ricardo. El Cantor de Tango: Su evolución en el tiempo. http://www.todotango.com/spanish/biblioteca/CRONICAS/cantores.asp
Gobello, José. Breve historia crítica del Tango. Editorial Corregidor. 1999.
Rivero, Edmundo. Las Voces, Gardel y el Canto. ETLAGRAFICA SA. 1985.

jueves, 24 de junio de 2010

El Arranque

Luego de visitar calladamente muchos blogs de Tango, decidí que era hora de participar de esta comunidad virtual de forma más activa. La idea será compartir varios discos y compilados de mi colección, poesía lunfarda y suburbana, películas, libros y videos relacionados con el Tango. Vamos a ver cómo resulta.

La elección de la fecha de inicio no es casual. Se trata del 75º Aniversario de la desaparicion física de Carlos Gardel, el Mudo. Inauguramos este blog, entonces, con un poema evocativo de Ricardo Carrara.

Al Mago
Ricardo Carrara

Uno a uno, se agolpan los recuerdos,
desafiando el olvido y la guadaña;
como queriendo rimar desde tu ausencia,
las notas que se estrujan,
en el reposo de grises madrugadas.

Esquinas que guardan el secreto,
de boliches, tugurios sin mañana,
donde se juntan guapeando, la belleza,
con locos berretines,
que tus chamuyos pudieron darle alma.

Reviviendo desafíos y entreveros,
añorando el taconear, y en una caña,
acodado al estaño de los tiempos,
tu presencia se hace carne,
en la inmortal cadencia ciudadana.